REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO PEDAGÓGICO DE BARQUISIMETO
"LUÍS BELTRÁN PRIETO FIGUEROA"
VENEZUELA - LARA - BARQUISIMETO


AUTORES
*Dimas Moisés Becerra Ramírez V.19.697.990 Dimas_moises7@hotmail.com
*Rommy Joan Becerra Ramírez V.17.908.109 black_scorpi0@hotmail.com
*Verónica Suárez Litvac V.17.783.962 Vero_c9987@hotmail.com
*María Daniela Tovar Tovar V.18.893.384 Nd-82llanerita@hotmail.com
*Abigail Del Carmen Rangel Dominguez V.19.572.287
PROF. ASESOR
Jorge José Pérez Valera Jorgeupelipb44@hotmail.com

Dimas, Rommy, Verónica, Ma Daniela, Abigail

Ánalisis sobre el libro Ética de los autores Adela Cortina y Emilio Martínez Navarro.


Ética es el nombre del libro que discutiremos y analizaremos de los autores Adela Cortina y Emilio Martínez navarro, este libro consta de 184 páginas en las cuales encontramos 6 capítulos y los mismos se dividen en subcapítulos y otras ideas.
Capítulos:
I.                    El Ámbito de la Filosofía Práctica.
II.                  ¿En qué consiste la Moral?.
III.                Breve Historia de la Ética.
IV.                Las Clasificaciones Éticas.
V.                  Argumentación Moral y Fundamentación Ética.
VI.                Ética Aplicada.
              El análisis del contenido se realizo de manera individual por capítulos que fueron desglosados y asignados a cada integrante. A continuación se presenta el resultado que se obtuvo del análisis del libro Ética de los autores Adela Cortina y Emilio Martínez navarro.
 
CAPÍTULO I
EL ÁMBITO DE LA FILOSOFÍA PRÁCTICA
                Este libro trata de la ética entendida como aquella parte de la filosofía que se dedica a la reflexión sobre la moral, es decir, la ética desplega todos aquellos conceptos y argumentos que permitan entender la dimensión de la moral los seres humanos. También podríamos decir que la ética es un tipo de saber normativo, éste es un saber que pretende orientar las acciones de los individuos. Por ejemplo: si se nos pide que hagamos un juicio sobre algo o alguien, no necesariamente tenemos que ser expertos en filosofía moral, basta con tener cierta habilidad de raciocinio, conocer los principios validos de la moral que consideremos valida, y estar enteramente enterados de los pormenores del asunto en cuestión.
                Para comprender mejor que tipo de saber constituye la ética hemos de recordar la distinción aristotélica entre los saberes teóricos, poéticos y prácticos.
Los saberes teóricos (del griego theorein: ver, contemplar) se ocupan de averiguar que son las cosas, que ocurre en el mundo y cuáles son las causas objetivas de los acontecimientos, son saberes descriptivos.
En cambio, los saberes poieticos (del griego poiein: hacer, fabricar, producir) son aquellos que nos sirven de guía para la elaboración de algún producto, de aluna obra, ya se algún artefacto útil o simplemente un objeto bello.
Los saberes poieticos a diferencia de los saberes teóricos, no describen lo que hay, sino que trata de establecer normas, cánones y orientaciones sobre cómo se debe actuar para conseguir el fin deseado.
Los saberes prácticos (del griego praxis: quehacer, tarea, negocio) que también son normativos, son aquellos que tratan de orientarnos sobre qué debemos hacer para conducir nuestra vida de un modo bueno y justo. Tratan sobre lo que se debe hacer, sobre lo que debería o acerca de lo que sería bueno que sucediera.
La filosofía política sigue formando parte de la filosofía práctica por derecho propio. Sus preguntas principales difieren a la legitimidad del poder político.
La filosofía del derecho se ha desarrollado enormemente en los siglos posteriores a Aristóteles, hasta el punto de que podemos considerarla como una disciplina del ámbito práctico relativamente independiente de la ética y de la filosofía política. Su interés primordial es la reflexión sobre las cuestiones relacionadas con las normas jurídicas.
A las disciplinas recién mencionadas (ética, filosofía,…) hoy habría que añadir a nuestro juicio la reflexión filosófica sobre la religión. A pesar de que todavía se sigue calificando a la filosofía de la religión como una parte de la filosofía teórica o especulativa, creemos que existen buenas razones para que el fenómeno religioso sea analizado desde la perspectiva práctica en vez de hacerlo desde la perspectiva teórica.
EL TERMINO MORAL
El término moral se utiliza hoy en día de muy diversas maneras, según los contextos de los que se trate. Para empezar, obsérvese que la palabra “moral” se utiliza unas veces como sustantivo y otras veces como adjetivo, y que ambos usos encierran a su vez, distintos significados según  el contexto.
El termino moral como sustantivo:
Se usa a veces como sustantivo (“la moral”, con minúscula y articulo determinado), para referirse a un conjunto de principios, preceptos, mandatos, prohibiciones, permisos, valores e ideales de vida buena que en su conjunto conforman un  sistemas más o menos coherente, propio de un colectivo humano concreto en una determinada época histórica. En este uso del término, la moral es un sistema de contenidos que refleja una determinada forma de vida.
También como sustantivo, el término “moral” puede ser usado para hacer referencia al código de conducta personal de alguien, como cuando decimos que “Fulano posee una conducta muy estricta” o que “Mengano carece de moral”; hablamos entonces del código moral que guía los actos de una persona concreta a lo largo de su vida.
A menudo se usa también el término “Moral” como sustantivo pero esta vez con mayúsculas, para referirse a una “ciencia que trata del bien general, y de las acciones humanas en orden a su bondad o malicia”.
Existe un uso muy hispánico de la palabra “moral” como sustantivo que nos parece extraordinariamente importante para comprender la vida moral: nos referimos a expresiones como “tener la m oral muy alta” “estar alto de moral” y otras semejantes.
El termino moral como adjetivo
                En principio y siguiendo a J. Hierro podemos decir que el adjetivo “moral” tiene distintos sentidos:
“Moral” como opuesto a “inmoral” por ejemplo: se dice que tal o cual comportamiento es inmoral mientras que tal otro comportamiento es realmente moral. En este sentido es usado como termino valorativo, porque significa que una determinada conducta es aprobada o reprobada.
“Moral” como opuesto a “amoral” por ejemplo: la conducta de los animales es amoral, esto es, no tiene relación alguna con la moralidad, puesto que se supone que los animales no son responsables de sus actos. Menos aun los vegetales, los minerales o los astros. En cambio los seres humanos que han alcanzado un desarrollo completo, y en la medida en que se les puede considerar “dueños de sus actos”, tienen una conducta moral.
El termino moralidad
                El término “moralidad” se utiliza a menudo como referente de algún código moral concreto, por ejemplo: cuando se usan expresiones como “dudo de la moralidad de tus actos” o “Fulano es un defensor de la moralidad y de las buenas costumbres”.
                También se usa como sinónimo de “lo moral” una dimensión de la vida humana identificable entre otras y no reductible a ninguna otra (la vida moral, tal como se manifiesta en el hecho de que emitimos juicios morales, hecho que nos remite a la existencia de ciertas estructuras antropológicas y a ciertas tradiciones culturales.
                Por otra parte, se le ha conferido al termino “moralidad” un sentido netamente filosófico (según una distinción acuñada por Hegel) que consiste en contraponer “moralidad” a “eticidad”.
El termino ética
                A menudo se utiliza la palabra “ética” como sinónimo de lo que anteriormente hemos llamado “la moral”, es decir, ese conjunto de principios, normas, preceptos y valores que rigen la vida de los pueblos y de los individuos. La palabra “ética” procede del griego ethos, que significa originariamente “morada” “lugar en donde vivimos” pero posteriormente pasó a significar “el carácter”, el “modo de ser” que una persona o grupo va adquiriendo a lo largo de su vida. Por su parte el término “moral” procede del latín “mos, moris”, que originariamente significa “costumbre”, pero que después pasó a significar también “carácter” o “modo de ser”. De este modo, “ética” y “moral” confluyen etimológicamente en un significado casi idéntico: todo aquello que se refiere al modo de ser o carácter adquirido como resultado de poner en práctica unas costumbres o hábitos considerados buenos.
El termino ética
                A menudo se utiliza la palabra “ética” como sinónimo de lo que anteriormente hemos llamado “la moral”, es decir, ese conjunto de principios, normas, preceptos y valores que rigen la vida de los pueblos y de los individuos. La palabra “ética” procede del griego ethos, que significa originariamente “morada”, lugar en donde vivimos” pero posteriormente paso a significar “el carácter”, el “modo de ser” que una persona o grupo va adquiriendo a lo largo de su vida. Por su parte el término “moral” procede del latín “mos, moris”, que originalmente significaba “costumbre" pero que después pasó a significar también “carácter” o “modo de ser”. De este modo “ética” y “moral” confluyen etimológicamente en un significado casi idéntico: todo aquello que se refiere al modo de ser o carácter adquirido como resultado de poner en práctica unas costumbres o hábitos considerados buenos.
                La ética no es ni puede ser neutral. La caracterización de la ética como filosofía moral nos conduce a subrayar que esta disciplina no se identifica, en principio, con ningún código moral determinado. Ahora bien, esto no significa que permanezca “neutral” ante los distintos códigos morales que hayan existido o puedan existir. No es posible semejante neutralidad o “asepsia axiológica”, puesto que los métodos y objetivos propios de l ética la comprometen con ciertos valores y la obligan a denunciar a algunos códigos morales como incorrectos o incluso como “inhumanos”, al tiempo que otros pueden ser reafirmados por ella en la medida en que los encuentre razonables, recomendables o incluso “excelentes”.

Funciones de la ética
                Nuestro punto de vista ante esta temática, corresponde a la ética con una triple función: Aclarar qué es la moral, cuáles son su razgos específicos. Fundamentar la moralidad, es decir, tratar de averiguar cuáles son las rezones por las que tiene sentido que los seres humanos se esfuercen en vivir moralmente. Aplicar a los distintos ámbitos de la vida social los resultados obtenidos en las dos primeras funciones, de manera que se adopte en esos ámbitos sociales una moral critica (es decir, racionalmente fundamentada), en lugar de un código moral dogmáticamente impuesto o de la ausencia de referentes morales

El término “Metaética”
                El  término “metaética” sería sinónimo de análisis del lenguaje moral. Siguiendo las sugerencias de A.M. Pieper y otros se dice que se debe entender por metaética una meta lenguaje ocupado en dilucidar los problemas tanto lingüísticos como epistemológicos de la época. La metaética sería un modo de reflexión e de lenguaje, centrado sobre el modo de reflexión y lenguajes éticos, cuya cientifidad, suficiencia, caracteres formales, situación epistemológica, entre otros, debería tratar de discernir. La reducción al análisis del lenguaje ético desvirtúa las funciones que podría cumplir una autentica metaética.

CAPÍTULO II
¿EN QUÉ CONSISTE LA MORAL?
                En el capitulo anterior llamábamos “concepción moral” a cualquier sistema mas o menos coherente de valores, principios, normas, preceptos, entre otros, que sirve de orientación para la vida de una persona o grupo. Todos adoptamos una determinada concepción moral y con ella funcionamos. A lo largo de la vida, las personas pueden adoptar, o bien una sola o una sucesión de concepciones morales personales, si no nos satisface lo que teníamos hasta ahora el algún aspecto, podemos apropiarnos de alguna otra en todo o en parte y esto tantas veces como lo creamos conveniente. Salvo que hayamos nacido en el seno de una tribu aislada del resto del mundo, podemos conocer otras tradiciones morales ajenas a las que nos haya legado la propia familia, y a partir de ahí podemos comparar, de modo que la concepción heredada puede verse modificada e incluso abandonada por completo.

Distintos modos de comprender la moral
                Para entender mejor, aquí presentamos varios conceptos de lo que es la moralidad:
*La moralidad es el aislamiento a normas específicamente humanas.
*La moralidad es el ámbito de la realización de la vida buena, de la vida feliz, tanto si la felicidad es entendida como placer (hedoismo) como si se entiende como autorrealización (eudemonismo).
*La moralidad es la aptitud para la solución pacifica de conflictos, sea en grupos reducidos o bien en grandes colectivos como por ejemplo el país donde uno vive o el ámbito del planeta entero.
*La moralidad es la asunción de las virtudes propias de la comunidad a la que uno pertenece, así como la aptitud para ser solidarios con los miembros de tal comunidad (comunitarismo).
*La moralidad es la asunción de unos principios universales que nos permiten evaluar críticamente las concepciones morales ajenas y también la de la propia comunidad.

Contraste entre el ámbito moral y otros ámbitos
                Hasta este punto, hemos podido apreciar que la moralidad es un fenómeno tan sumamente complejo que permite ser descrito desde distintos puntos de vista, donde cada uno pone énfasis en algunos de los rasgos propios de la moral. Uno de esos rasgos en donde todos los enfoques coinciden es la normatividad.

Moral y derecho
                El término “derecho” tiene una gran variedad de significados; uno de tales significados es el que se refiere al derecho positivo, es decir, a ese código de normas destinadas a orientar las acciones de los ciudadanos, que emana de las autoridades políticas y que cuenta con el respaldo coactivo de la fuerza física del estado para hacerlos cumplir.
                Esta descripción del derecho positivo nos permite apreciar algunas semejanzas entre las normas jurídicas o legales y las morales:
El aspecto descriptivo: en ambos casos se trata de enunciados que indican que ciertos actos son obligatorios para las personas. Referencia a actos voluntarios: lo que implica responsabilidad e imputabilidad.
En muchos casos el contenido de ambos tipos de prescripciones es el mismo (“prohibido matar”, “prohibido robar”, “obligación de auxiliar al prójimo que pide socorro”, entre otros), pero esta coincidencia de contenidos morales que no forman parte del derecho positivo y viceversa.

Unas de las diferencia más notable entre estas dos son es la siguiente:
Las prescripciones morales exhiben de universalidad que no poseen las jurídicas. Solo exige su cumplimiento al conjunto de ciudadanos a quienes afecta el ordenamiento jurídico de un estado determinado, mientras que los preceptos morales contienen una pretensión de universalidad que se extiende a toda persona en cuanto a tal. Decir que las prescripciones morales son universalízales significa que su contenido se considera exigible a todo ser humano que se encuentre en la situación en la que la norma es aplicable. Esta diferencia en el alcance de las normas, también puede ser una fuente de conflictos entre la conciencia moral de las personas y los mandatos legales que les afecten en tanto que ciudadanos de un estado determinado.

Moral y religión
                Cualquier credo religioso implica una determinada concepción moral, puesto que las creencias en general, no solo las religiosas, sino también las concepciones del mundo explícitamente ateas, contienen necesariamente consideraciones valorativas sobre determinados aspectos de la vida, consideraciones que a su vez permiten formular principios, normas y preceptos para orientar la acción. Las religiones de gran tradición histórica como el cristianismo, el Islam, disponen de doctrinas morales muy elaboradas, en las que se detallan fines, ideales, virtudes, normas, entre otros, y así, de este modo el creyente de una determinada religión recibe la concepción moral del grupo religioso al que pertenece, personalizándola y aceptándola en conciencia como suya propia.
                Por otra parte, una religión no es solo un código moral, sino algo mas, es un determinado modo de comprender la trascendencia y de relacionarse con ella. En este sentido, algunas de las prescripciones que pertenecen al código moral religioso poseen en realidad un carácter estrictamente religioso, y por tanto no pueden considerarse como prescripciones morales propiamente dichas.

 Moral y normas de trato social
                Podemos decir que un buen numero de contenidos morales (“no agredir al prójimo”, “respetar los bienes ajenos”, entre otros) suelen ser al mismo tiempo reglas del trato social, puesto que las normas morales cumplen en todas las sociedades una determinada función de control social que permite una convivencia más o menos pacifica y estable.
                Sin embargo, existen algunas diferencias entre las normas morales y las que solo son de trato social, por ejemplo: no es la misma “autoridad” ante quien se responde en caso de infracción: en el caso de las normas morales es la propia conciencia, el tribunal ultimo que nos pide cuenta de nuestros actos, mientras que las infracciones a las reglas de trato social son juzgadas por la sociedad que circunda al infractor (compañeros, vecinos, parientes y en general quienes conozcan el caso). En consecuencia tampoco es igual el tipo de sanción que de hecho se les impone a los infractores de unas u otras normas.

Moral y las normas de tipo técnico
                Las normas de tipo técnico también cumplen la función de orientar nuestras acciones para alcanzar determinados fines. Sin embrago, según Aristóteles, moral y ética se diferencian en cuanto a los fines de las respectivas acciones, ya que el fin de la técnica es la producción de bienes útiles y bellos, mientras que el fin de la moral es la acción buena por sí misma.
                En efecto, las normas técnicas tienen por meta generar un bien particular, mientras que las reglas morales apuntan a la consecución del mayor bien práctico que sea posible para un ser humano. La observación de las prescripciones técnicas da lugar a personas hábiles, reconocedoras de los medios adecuados para alcanzar eficazmente ciertos fines, pero no garantiza que tales personas sean al mismo tiempo buenas en el sentido moral.
 CAPITULO III
LA DIVERSIDAD DE LAS TEORÍAS ÉTICAS
                Las teorías éticas, a diferencia de las morales concretas, no buscan de modo inmediato contestar a preguntas como ¿Qué debemos hacer? O ¿de qué modo debe organizarse una sociedad?, sino mas bien a estas otras ¿por qué hay moral?, ¿Qué razones, si las hay, justifican que sigamos utilizando la concepción moral concreta para orientar nuestras vidas?. ¿qué razones, si las hay, avalan la elección de una determinada concepción moral frente a otras concepciones rivales?
                Las doctrinas morales se ofrecen como orientación inmediata para la vida moral de las personas, mientras que las teorías éticas pretenden más bien dar cuenta del fenómeno de moralidad en general y responder a la interrogante ¿por qué hay moral?
                Un acercamiento a las teorías resulta extremadamente útil para entender el fenómeno de la moralidad, pero dado a que se empiezan a elaborar desde el siglo V a.J.C. no parece posible abordarlas todas.
La primera fase abarca la antigüedad clásica y Medioevo en la llamada era del ser.
                Los primeros filósofos de la antigua Grecia ante todo por el ser de las cosas, así que ellos no tardaron en preguntarse sobre la verdadera virtud del hombre y la verdadera noción de lo bueno, también explicaban lo que era el bien, la virtud y la comunidad, como podemos apreciar en los poemas homéricos.
·         Sócrates: se enfoca en la búsqueda de la verdad a través del dialogo y la reflexión, a este se le atribuyen algunos aportes entre los cuales están: la excelencia humana se muestra ante todo en la actitud de la búsqueda del verdadero bien, la actitud crítica solo se deja convencer por el mejor argumento. La verdad sobre el bien humano es una meta que continuamente hemos de estar persiguiendo.

·         Platón: propone un modelo ideal llamado utopía, un diseño perfecto elaborado por la razón y la imaginación, con el fin de mejorar la vida individual y social. En general conformado por tres estratos: los gobernantes encargados de administrar, organizar y vigilar al pueblo; los guardianes encargados de defender las ciudades y los productores campesinos y artesanos que desempeñan las actividades económicas.

·         Aristóteles: la ética al nicomaco, consiste en investigar la verdadera felicidad o bien perfecto.

Virtudes dianoéticas o individuales:
·         Intelecto teórico.
·         Inteligencia.
·         Ciencia.
·         Sabiduría.
·         Intelecto práctico.
·         Prudencia.
·         Arte o técnica.
·         Discreción.
·         Perspicacia.
·         Buen consejo.
Virtudes éticas o del carácter:
·         Auto dominio: fortaleza o coraje, templanza y pudor.
·         Relaciones humanas: justicia, generosidad, amabilidad, veracidad, buen humor, dulzura magnificencia, magnanimidad.
Ética del periodo helenista
                Se viven periodos de descontento por la aparición de los grande simperios, el de Alejandro Magno y el imperio Romano, en el cual aparecen las escuelas filosóficas epicureísmo y estoiceismo.
En el epicureísmo, se aprecia la ética hedonista, la explicación de la moral, búsqueda de felicidad, entre los cuales está el placer y la satisfacción.
En el esticeismo, su influencia histórica posterior ha sido enorme, tanto en las éticas modernas, como contemporáneas, éste consiste en el orden del universo para determinar cuál  sería el comportamiento correcto de los humanos, una racionalidad misteriosa que se impone sobre la voluntad de los dioses.
Las Éticas medievales
                Las podemos ubicar en el contexto histórico comprendido entre la caída del imperio romano y el comienzo de la edad media, se incorpora la biblia y escritos cristianos elaborados en griego y latín.
·         Agustín de Tagaste: la ética de san Agustín data de la caída del imperio romano, pero diseña los conceptos que en gran medida se tomarán en cuenta en la edad media. La ética para san Agustín es un conjunto de orientaciones cuya función es ayudar a los seres humanos, el amor a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como uno mismo son maneras de alcanzar la felicidad verdadera.

·         Tomás de Aquino: continúa la tradición de las éticas eudemoistas al considerar la felicidad como un fin último de la vida humana: “Hay moral por que todos queremos ser felices”. Habla de la verdadera moral como ley natural.

Éticas de la era de la conciencia:
                A partir de los siglos XVI y XVII la filosofía moral entra en una nueva etapa, con la revolución científica, el invento de la imprenta entre otros.
·         El sentimiento moral, Hume: considera a la razón o entendimiento , como una facultad meramente cognoscitiva. el papel de la razón en lo moral solo se limita al conocimiento de lo dado y a la posibilidad de juzgar las situaciones dadas. Da importancia a otras facultades como lo son la pasión y el sentimiento.

·         Kant: se evoca al cumplimiento del deber, cumpliendo las promesas, diciendo la verdad, socorriendo a las personas en peligro, todo con el fin de lograr una buena voluntad.

CAPITULO IV
LAS CLASIFICACIONES ETICAS.
 Clasificaciones éticas como estructuras lógicas de la acción moral.
A través del tiempo se ha notado la gran diversidad de teorías éticas, en la cual cada una de ellas atiende diferentes aspectos que se aplican y explican el fenómeno de la  moralidad. Como consecuencia de esta diversidad se evidencia la pluralidad de las clasificaciones éticas.
Una aproximación interesante a estas clasificaciones es la realizada por kutchera. Estas y otras aportaciones en  este campo a puesto de relieve que las clasificaciones éticas son realmente expresivas de los diversos modos lógicos bajo los cuales es posible reconstruir la acción moral.
Aunque estas clasificaciones tienen su nacimiento en determinados momentos de la historia, y a pesar de que en ocasiones resulta un poco forzado enjuiciarlos desde ellas, también es verdad que su significado permanece.
Para nombrar todas las clasificaciones que se han producido a lo largo de historia de la filosofía moral, tendríamos que hacer referencia a las éticas descriptivas y normativas, de móviles y de fine s, de bienes y de fines, materiales y formales, autónomas y heterónomas, de bienes y de valores, deontológicas y teleológicas, de la intención y de la responsabilidad, cognitivistas y no cognitivistas, naturalistas y no  naturalistas, individualistas y universalistas, fonológicas y dialógicas, de máximos y de mínimos .
Descripción o prescripción como fundamento clasificatorio.
La ética descriptiva considera lo moral como fenómeno a describir y explicar. Y la ética normativa, considera lo moral como contenido a recomendar.
Naturalistas y no  naturalistas.
Lo moral no puede ser identificado con ninguno de los feno9menos naturales que afectan la vida humana.  En consecuencia, las éticas que reducen lo moral a lo placentero, o a lo que desean las personas, o a lo que proporciona felicidad, se consideran naturalistas. En cambio las no  naturalistas conciben lo moral como un ámbito autónomo, irreductible a otros factores.
Cognitivistas y no cognitivistas.
Cognitivistas conciben lo moral como un ámbito del conocimiento humano que puede ser verdadero o falso; y  no cognitivistas se oponen a este modo de pensar por no considerarlo como conocimiento.
De móviles y de fines.
Ambas coinciden en considerar la naturaleza humana como pauta de la conducta pero acceden a tal naturaleza desde diferentes métodos y la entiende de modo diverso. La de móviles hace investigación empírica de las causas de las acciones y de fine s investiga solo lo que mueve al hombre a obrar.
De bienes y de fines.
De bienes considera que el bien moral  consiste en la realización de un fin subjetivo, es decir, la observación de un bien destacado. Y de fines, este reside en el cumplimiento de un objetivo independiente del deseo del sujeto.
Materiales y formales.
Materiales afirman que el criterio de la moralidad  para enjuiciar  cuando nos hallamos ante acciones o normas morales puede explicarse mediante enunciados con contenidos, puesto que estas éticas suponen que hay un bien. Las éticas formales no hacen, pues, depender el bien moral de un contenido, sino de la forma de unos mandatos.
Éticas sustancialitas y procedimentales.
Éticas procedimentales se consideran, en líneas generales, como herederas del formalismo kantiano, pero sustituyen algunas de las piezas más vulnerables de este. L ética no tiene como tarea la recomendación de contenidos morales concretos, sino más bien el descubrimiento de los procedimientos que permitan legitimar y deslegitimar normas procedentes de la vida cotidiana. Las sustancialitas afirman que es imposible hablar de  corrección de normas sino es sobre el trasfondo de alguna concepción  compartida de la buena vida.
Deontológicas y teleológicas.
Teleológicas para esta teoría la corrección i incorrección de las acciones esta siempre determinada por su tendencia a producir ciertas consecuencias  que son intrínsecamente buenas o malas, mientras que la teoría deontológicas consideraría  que una acción será siempre correcta o incorrecta en tales circunstancias, fueran cuales fueran las consecuencias.
Éticas de la intención y de la responsabilidad.
El principal defecto de la ética de la intención es el mal no querido como consecuencia de la acción bienintencionada, mientras que el de la ética de la responsabilidad es el mal aceptado como medio para un fin bueno.
Éticas de máximos y mínimos.
Las éticas de la justicia o éticas de mínimos se ocupan únicamente de la dimensión universalízale del fenómeno moral, es decir, de aquellos deberes de la justicia que son exigibles  a cualquier ser racional y que, en definitiva, solo componen unas exigencias mínimas. Las éticas de la felicidad, por el contrario, intentan ofrecer ideales de vida buena, en los que el conjunto de bienes de que los hombres podemos gozarse presentan por jerarquía como para producir la mayor felicidad posible. Es por lo tanto conocida como ética de máximos.
               
CAPITULO V
ARGUMENTACIÓN MORAL Y FUNDAMENTACIÓN ÉTICA.
El lenguaje moral:
Desde principios del siglo XX se observa un progresivo desplazamiento en cuanto al punto de partida de la reflexión filosófica: ya no es el ser, ni la conciencia, si no el hecho lingüístico, esto es, el hecho de que emitimos mensaje que forman parte del lenguaje.
Las tres dimensiones de las expresiones lingüísticas:
Ante todo es preciso distinguir en toda expresión lingüística tres dimensiones distintas: la sintáctica, la semántica y al pragmática. La dimensión se refiere a la relación que hay entre la una expresión y las demás expresiones dentro del mismo sistema lingüístico. Ej., las reglas sintácticas declaran incorrecta en castellano la expresión  “una justo exige reivindicación ellas”, y en cambio nada tienen que objetar a esta otra: “ellas exigen una reivindicación justa”.
La dimensión semántica pone de manifiesto que en todo lenguaje natural se establecen ciertas relaciones entre los signos (palabras) y los significados a que se refieren tales signos. Por ej., la frase “este robo amarillo llueve”  es sintácticamente no parece adecuada, la dimensión pragmática hace referencia a la relación entre las expresiones lingüísticas y los usuarios de las misma. Una misma expresión puede ser utilizada de muy distinto modo. Por ej. Si nos preguntamos que significa en castellano la expresión “aquí se va a repartir leña”, nos vemos obligados a decir que eso depende de quien lo diga, en que tono y en que situación, puesto que la misma frase significa algo muy distinto si se profiere en tono de amenaza o en tono meramente informativo, etc.
 Además, en cada lengua existen cierta implicaciones pragmáticas de las expresiones utilizadas, así, supongamos que estamos hablando acerca de un futbolista que pertenece a la etnia gitana y decimos de el, entre otras cosas, que “es una honra para su raza”; en principio cabe entender que estaríamos implicando pragmáticamente  la racista afirmación de que “el resto de los gitanos no valen gran cosa”.
Estrategias de argumentación moral:
 Unos de los rasgos más característicos  del fenómeno moral es el hecho de que argumentamos ante los demás y ante nosotros mismo para justificar o para criticar acciones, actitudes o juicios morales, tanto propios como ajenos. Por medio de la argumentación tratamos de poner de relieve que tales acciones, actitudes o juicios tienen sentido si realmente se apoyan en razones que consideramos adecuadas.

CAPÍTULO VI
 ÉTICA APLICADA
Para la aplicación de la ética es preciso tener en cuenta que cada tipo de actividad tiene sus propias exigencias morales y proporciona sus propios valores específicos. Hay que tener en cuenta cuales son los bienes internos que cada una de esas actividades debe aportar a la sociedad y que valores y hábitos es preciso incorporar para alcanzarlas.
Tres modelos posibles, pero insuficientes
Casuística 1, El Ideal deductivo.
Consiste en el arte de aplicar cualquier tipo de principios morales que se tengan a mano a las cosas concretas; este modelo de aplicación destaca muy especialmente el valor de la teoría de la deducción y de la búsqueda de certeza moral.
Hoy en día la casuística I resulta inviable por 2 razones
Para recurrir a un modelo de aplicación semejante sería necesario contar con principios materiales universales, cosa que ninguna ética hoy en día puede ofrecer. La actual ética aplicada ha nacido mas de las exigencias “republicanas” de las distintas esferas de la vida social que de la “monarquía” de unos principios con contenido que quisieran imponerse a la realidad social.
Casuística 2, Una propuesta inductiva
Se caracteriza por utilizar un procedimiento inductivo y propone sustituir los principios o axiomas iníciales por lo que ellos llaman máximos, entendidos como criterios sabios y prudentes de actuación practica en las que coincide todo el mundo, o al menos la mayoría o al menos los especialistas.
La casuística 2 muestra al menos dos insuficiencias.
No es cierto que no existe ningún principio ético universal, que es en realidad el que sirve de marco legitimador a los tres principios de la bioética y a cuantos máximos y valores descubramos en los distintos ámbitos de la ética aplicada. La existencia de este principio se echa de ver incluso en el caso de la bioética, si la bioética funcionara en realidad tal como dice la casuística 2 llegaría a unos principios que captamos por intuición, entre los que resultaría imposible tomar decisiones racionales.
Más allá de la deducción y la inducción: aplicación del principio procedimental de la ética discursiva.
En este texto se abordan desde una perspectiva dialógica dos conceptos ya clásicos en la ética occidental, los conceptos de persona y de igualdad. La persona se nos presenta ahora como un interlocutor válido, que como tal debe ser reconocido por cuantos pertenecen a las comunidades de hablantes. Esto es todo tipo de conocimientos instrumentales para poder “defenderse en la vida” idiomas, cálculo matemático, entre otras. Un tipo especial de habilidades técnicas que muchos padres y educadores intentan que los niños y niñas adquieran es lo que podemos llamar “habilidades sociales” es decir la capacidad para crear a su alrededor una buena trama de relaciones con las personas mejores situadas, de modo que con ayuda de estas, les sea posible prosperar sin excesivas dificultades.
En el contexto de una democracia moderna, la “autonomía” ha de entenderse a la vez como “libertad negativa” y como “libertad positiva” en el sentido que Isaiah Berlín confiere a estos términos; es decir, el derecho a gozar de un espacio de libre movimiento, sin interferencias ajenas, en el que dada quien puede ser feliz a su manera y también el derecho a participar activamente en las decisiones que me afectan, de suerte que en la sociedad en que vivo pueda contemplarme como “legislador” como interlocutor válido en la elaboración de las leyes.
Un modulo de educación moral que pretenda afrontar los retos no puede menos que tomar como marco pedagógico el dialogo, pero teniendo en cuenta lo siguiente.
*El dialogo es la única vía razonable puesto que no existen principios éticos materiales vinculantes para todos.
*Los principios éticos son procedimentales.
*Los afectados han de tomar las decisiones en condiciones de racionalidad.
*Las decisiones sobre la corrección de normas son siempre revisables.
La idea de igualdad se torna ahora comunicativa, en la medida en que ninguna persona, ningún interlocutor válido puede ser excluido a priori de la argumentación cuando esta versa sobre las normas que le afectan.
Frente al modelo de aplicación propuesto en este segmento hay que recordar al menos tres cosas.
1) El necesario uso de las estrategias es un factor importante en determinados ámbitos de la ética aplicada, como son el de las empresas o la política, pero no tantos en otros, como el de la bioética.
2) En aquellos campos en los que es un factor importante, no es el único la empresa, por ejemplo, pueda y deba hacer uso de estrategias todavía no dice nada sobre cuáles son los valores por los que la empresa ha de orientarse.
3) La distinción de niveles (A y B) da la sensación de que descubrimos un principio y tenemos que diseñar un marco para aplicarlo a los casos concretos.
Ética de las actividades sociales
Una de las razones del nacimiento de la ética aplicada es el descubrimiento de que la ética individual es insuficiente, porque la buena voluntad personal puede, sin embargo, tener malas consecuencias para la colectividad. En definitiva, solo una educación moral que propicie el dialogo abierto entre las personas consideradas como interlocutores validos puede dar lugar al desarrollo de ellas mismas como personas criticas y responsables. Solo a través de la práctica de la argumentación podrá ejercerse la doble dimensión de cada persona; la dimensión de autonomía, la autorrealización, y la comunidad humana e interpretabilidad personal.
 
En cuanto a las ideas que los autores tienen de la ética, su evolución y estado actual, se puede decir que a través de la historia se pueden observar cada una de las clasificaciones de la ética, que si bien se quiere, es importante resaltar que aunque no se puedan aplicar todos los enfoques en la realidad, es de vital importancia el comprender los orígenes de cada uno de estos para tener una idea sobre los principios en los cuales se basan los enfoques de la ética actuales.

                Es necesario el resaltar la importancia que tiene el análisis realizado para la formación personal de cada uno de nosotros, pues es vital para nuestro futuro profesional, conocer las clasificaciones éticas así como  también la ética aplicada entre otros, pues cada persona debe conocer el concepto y la fundamentación de la ética, analizarlo e internalizarlo para poder aplicarlo en su vida personal y obtener un crecimiento personal optimo.
A continuación se presenta una serie de preguntas de alto nivel cognitivo, que a nuestro parecer, es de gran importancia responder.
¿Cómo puede entenderse la palabra autonomía en el contexto de una democracia moderna?
                Según Isaiah Berlin, se debe entender como el derecho a gozar de un espacio de libre movimiento, sin interferencias ajenas, en el que cada quien pueda ser feliz a su manera, y también el derecho a participar activamente en las decisiones que me afectan.
¿En qué campos debería estar presente la ética aplicada?
                En principio: el sanitario (medicina y enfermería), la educación biotecnológica, la economía, la empresa, la ecología, los medios de comunicación, las organizaciones e instituciones sociales y las actividades profesionales y oficios.
¿Por qué es importante incentivar en los estudiantes un diálogo efectivo?
                Necesitamos que la educación general, y la educación moral en particular, ayude a los educandos a practicar un dialogo  que muestre una autentica argumentación, y no una mera negociación. Y es que casi se nos está olvidando que argumentar significa llevar al dialogo los intereses universalisables, que son fundamento del mundo moral.
¿Es correcto el adoctrinamiento a la hora de querer desarrollar una educación moral?
                Es obvio que queda descartado cualquier tipo de adoctrinamiento en algunas de las concepciones morales materiales que profesan los distintos grupos que forman parte de una sociedad pluralista, puesto que ninguna de esas dichas concepciones es compartida por todos los miembros de la sociedad ni puede imponérseles legítimamente frente a otras.
¿Qué podemos hacer frente a la pérdida de los principios materiales y normas absolutas en la sociedad?
                La pérdida de los principios materiales y normas absolutas implica una llamada a la responsabilidad de todos y cada uno, porque ahora la desición acerca de la corrección de las normas ésta en nuestras manos, y no está dada por ninguna instancia superior de quien la aprendamos pasivamente.
                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               










6 comentarios:

  1. Anónimo17:42

    Muchas gracias por este maravilloso resumen, habían muchas partes que no entendía del texto original. Me ayudo bastante :)

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  2. Muchas gracias no podía bajar el resumen de 50 páginas. Y me ha aclarado muchos conceptos

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  3. Una critica con la mejor intención, esta plagado de errores ortográficos y de redacción que en ciertos puntos dificultan la comprensión. No se si esto fue evaluado, pero he visto un masivo copia y pega del texto original sin cita alguna, lo que supone plagio, lo digo porque se supone es un trabajo universitario que fue evaluado, o eso supongo. No se con que seriedad haya sido hecho esto, pero incluso aparecen fragmentos del texto idénticos puestos dos veces, uno a continuación del otro.

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